Claves para elegir zapatillas running y lograr la mejor performance

Cada vez que levantamos la mirada hacia un horizonte para empezar a correr, es el momento que decidimos elevar nuestra tenacidad al máximo y exigir a nuestro cuerpo al extremo para cumplir las metas impuestas. Pero todo eso requiere de algunos ingredientes como una gran fuerza de voluntad y unas buenas zapatillas de running. (Te sugerimos que encuentres el mejor modelo de zapatillas de running ingresando a este sitio).

La elección de cada calzado es muy personal, y no a todas las personas nos sientan de igual modo una misma suela. Por eso, al momento de comprar una zapatilla de running debemos tener en cuenta que el formato debe ser el que más se ajuste a nuestro pie y pisada.

 

El momento del impacto es muy importante y no a todos los runners les produce el mismo desgaste, por la intrínseca razón de que el cuerpo de un ser humano es indistinto de otro.

 

¿Cómo sabemos cuál es el calzado más adecuado para correr?

 

Es fácil ir a una tienda de zapatillas y guiarnos a primera vista por una buena estética del producto, pero eso no significa que tenga un alto grado de confiabilidad al momento de correr.

 

En una primera instancia debemos entender que la suela tiene que tener un espesor grueso, esto provocará que al momento de dar largos trotes, y más en los casos que decidamos realizar una carrera sobre asfalto, el golpe sea menos brusco.

 

Además, las zapatillas tienen jerarquías de peso según la amortiguación y estabilidad de cada runner. Por ejemplo, si tu peso promedio es de 65 kg tendrías que usar unas que no tengan demasiada amortiguación, pero si pesas 90 kg tendrás que utilizar un calzado más acolchonado.

 

El precio de no hace a la calidad

 

Cada vez que ingresamos a un comercio de ropa deportiva tendemos a pensar que aquel producto que sale más caro, suele tener una mejor calidad que aquel que le cuesta menos a nuestro bolsillo. Esto no es así, es un mito a derribar, debido a que una zapatilla de running cuanto más costo tenga no es sinónimo de mejor calidad.

 

La única diferencia que podremos hallar es que será que tendrá una mejor estética en comparación a otra. A la vez, claro que es muy probable sea más llamativa y se encuentre construida con diversos materiales y tecnologías, a diferencia de otra de menor precio.

 

Saber elegir de acuerdo al terreno

Conocer el suelo donde vamos a correr se torna imprescindible, independientemente de si lo vamos a hacer sobre asfalto o tierra, tenemos la obligación de usar zapatillas con amortiguación blanda.

 

Si vamos a hacer running a un parque, la estabilidad tendrá gran relevancia ya  que se le exigirá un mayor agarre a la suela para lograr un mejor desempeño.

No todos los caminos son iguales

 

Actualmente el running no debe ser pensado solamente como una actividad que puede ser llevada a cabo en una superficie de asfalto, sino también se trasladó a los suelos rocosos de una montaña, donde se lo conoce como trail running.

 

La realidad es que cada vez son más las personas que se animan y cambian sus recorridos habituales por estos extensos suelos de tierra ubicados en a grandes alturas. Esta modalidad en auge de un mismo deporte va a discrepar en algunos puntos, respecto de la tradicional práctica.

 

Especialistas del mundo running sugieren que tengamos en cuenta que las zapatillas se ajusten a esta particular forma de entrenamiento de alto rendimiento: A diferencia de las usadas en asfalto, la suela debe poder garantizar un mejor agarre a la superficie que gobernada por tierra, mayor humedad y piedras.

La hidratación, ese factor importante para una carrera

 

Si bien el cerebro es el motor principal de nuestro cuerpo al momento de una carrera, el combustible que nos garantizará una buena performance será la hidratación que llevemos encima a lo largo de los kilómetros que vayamos cumpliendo.

 

Expertos en la materia aconsejan que cada tantas millas realizadas desde que pusimos luz verde en nuestro inicio de carrera nos hidratemos para que nuestro rendimiento personal no sea en desmedro de nuestro objetivo principal. Ejercitarse sanamente haciendo sin descuidar nuestra salud física y mental será siempre el mejor entrenamiento.

 

Por esa razón, señalan que una persona debe ingerir agua o alguna otra bebida deportiva que no sobrepase los 6% de hidratos de carbono. Cuatro horas antes de la carrera, en ese sentido, se deberá tomar de 300 a 400 mililitros y mientras corremos tendríamos que tomar de 90 a 100 mililitros cada 15 o 20 minutos.

 

El ritmo lo decreta las zapatillas que elijamos

 

Si bien el ritmo de una persona va a depender de la zapatilla de running, en la mayoría de los casos, debemos avisar que entre ellas existen diversos tipos según la actividad que decidamos llevar a cabo.

 

Varios calzados son construidos se acuerdo al tipo de ejercicio. Es decir, va a ser de gran valor determinar si la zapatilla que usemos vamos a destinarla nada más que para las grandes competencias que decidamos participar simplemente para entrenar pocos kilómetros diarios.

 

En el caso de usarlas para competir, cada runner tiene la posibilidad de elegir por distintos modelos. Cada uno nos brindará una performance variada, según nuestro nivel de exigencia. Si se tiene que combinar con el entrenamiento, se le tiene que prestar más importancia al ritmo de entrenamiento porque es al que se va a ir más del 90% del tiempo.